Sonreír nos genera una serie de beneficios. El primero de ellos, y quizás el más conocido, es la liberación de endorfinas, las cuales combaten la ansiedad y la depresión. Por otro lado, nos permite ejercitar la musculatura de la cara y como sabemos, ejercitar los músculos siempre es positivo. Y por último, pero no menos importante, cada vez que sonreímos oxigenamos mejor, ya que en cada carcajada cogemos el doble de aire que con una respiración normal.
